Invalid filename.
from Gizmodo en Español
Las hormigas carpinteras de la selva tropical brasileña lo tienen jodido. Cuando uno de estos insectos se infecta con un hongo determinado, se convierte en una “hormiga zombi” y ya no controla sus acciones. Manipulada por el parásito, una hormiga infectada abandonará los acogedores confines de su hogar arbóreo y se dirigirá al suelo del bosque, un área más adecuada para el crecimiento de hongos. Después de alojarse en la parte inferior de una hoja, la hormiga zombificada se ancla a sí misma mordiendo el follaje. Esto marca el acto final de la víctima. A partir de aquí, el hongo continúa creciendo y pudriéndose dentro del cuerpo de la hormiga, atravesando en algún momento la cabeza de la hormiga y liberando sus esporas de hongos. Todo este proceso, de principio a fin, puede llevar más de diez agonizantes días.