Shazam es una de esas compañías que parece que lleva ahí toda la vida, y que, al menos cuando comenzamos a usarla, nos parecía indistinguible de la magia. En realidad, no es magia: funciona mediante huellas digitales acústicas, y lleva funcionando desde 1999, primero como un servicio que se activaba a través de una llamada de teléfono a un número corto que escuchaba durante un máximo de treinta segundos y devolvía el nombre de la canción mediante SMS, y ya después de la llegada de las tiendas de aplicaciones, como una app que se ha mantenido consistentemente en los