Una opinión MUY personal sobre eso del wasap, eso del Facebook, eso de Instagram (por poner unos ejemplos) y eso de estar siempre conectado “on-line”
Todo el texto posterior no es más que una opinión muy personal sobre eso de las redes sociales. Es decir, no intento sentar cátedra, no intento adoctrinar, no intento decir que mi opinión sea la válida, no intento convencerte.
Simplemente expreso mis opiniones, buenas o malas pero mías, en este momento y como este es mi blog pues quiero anotarlas aquí. Puedes estar de acuerdo o no. Los comentarios están abiertos al debate y la opinión de otras personas, bajo la premisa del razonamiento y el respeto a las diferencias…
Todo ha empezado esta mañana por un post de Notxor que he leido en mi cuenta de GNUsocial:
En él como has podido ver se quejaba de lo supuestamente poco grato que es tratar de resistir a una presión de grupo, en este caso el formar parte de una red social como es Facebook.
Ese artículo ha generado una serie de comentarios por mi parte que he compartido en GNUsocial, y que en parte quería recoger por aquí.
A partir de aquí voy a obviar el hecho de la recopilación y tráfico de datos por parte de redes sociales como Facebook, Instagram e incluiré en la terna a Whatsapp que no es una red social como tal, pero pertenece al grupo y por extensión la he incluido.
Quería centrarme unicamente en el hecho de que esas redes sociales (junto con otros buenos ejemplos de negocio basado en la comercialización recogida a las personas que los utilizan) se han convertido en “necesarias” y cada vez más dependientes a la hora de interactuar en según qué grupos sociales.
De verdad que obviando la agresión que supone aceptar los términos de uso de ese “trío calavera” no estaría en ninguna de esas redes. En gran parte por la cantidad de material “no necesario” que comparten la gran mayoría de las personas que lo utilizan.
Son escaparates de sí mismos en los que comparten material de usar y tirar, un material efímero con el que rápidamente interactuar de manera no reflexiva (un Me Gusta, like o lo que sea) y venga dame más mierda.
Han creado la “necesidad” de querer compartir todo, todo el rato. No necesito saber que estás en la playa, no necesito saber qué vas a comer, no necesito saber qué hace tu gato todo el tiempo. No lo necesitaba antes de que existieran esas redes, y ahora no veo porque debería ser distinto.
Material fungible, que se pasea a la velocidad del rayo por nuestras neuronas y escapa sin más poso. De acuerdo, no quiero ser reflexivo y “profundo” todo el tiempo, pero esa alternativa de “contenido basura” (por semejanza a la comida basura, rápida y poco nutritiva) no es lo que busco.
Hace poco descubrí que a una famosilla española con cuenta en Instagram, la pagaba un buen montón de dinero por cada contenido que compartía. Y eso a una famosilla española, a una “estrella” (de esas que no se sabe bien a qué se dedican) internacional no quiero ni pensarlo!!
¿Cuanto dinero ganará Instagram para repartir esos sueldos a los famosetes que lo usan? Son señuelos para hacer su producto “imprescindible” y crear un efecto red mayor, en el que sea muy difícil no caer por la presión de grupo.
¿Pero no tienes cuenta en Instagram? Está genial para seguir a <escriba_aquí_el_nombre_del_famoso/a_de_turno> y ver qué hace todo el día, donde va, y saber su vida.
Eso no es la vida, eso no es su vida. Eso como en la tele, todo es mentira. Instagram es un gran publireportaje, un escaparate. No me gusta ese “spam” en mi móvil. Sí, desinstalar aplicación, y que te ondulen con la permanen!
Y termino con el funesto Whatsapp Desde cuando nos han inoculado la “necesidad” de tener que estar siempre disponibles, localizables y “on-line”? ¿Cuando fue que hicieron eso “necesario”?
Funesto sí. Utilizado por jefes 2.0 en empresas 0.0 para informarte de asuntos relacionados con el trabajo. Superurgentes que no podían esperar a mañana. ¿Cómo ha funcionado todo esto antes?
No “amigo” cuando salgo del trabajo no quiero tener que estar pendiente de tus asuntos. Mi relación laboral está en el tiempo que dedico a mi trabajo (ponga aquí cada cual las horas que quiera) el resto no me molestes, no estoy a tu disposición 24/7.
No lo utilices para cambiarme el turno mañana, si has decidido que mañana tengo que prolongar, si no es necesario que vaya, si tengo que hacer no sé que tarea sin falta cuando entre o lo que sea que se te pase por la cabeza y con el “gatillo” fácil le des a enviar a mi Whatsapp.
Otro tema son los grupos, donde recae buena parte de un material en el 90% de los casos innecesario. Memes, vídeos, chistes, “originalidades”, fotos “imprescindibles” del nieto, etc. Un buzón donde cae en la mayoría de los casos un motón de material prescindible y satura los pocos mensajes realmente necesarios…
¿Si eso no era necesario hace unos años, cuando empezó a ser imprescindible? ¿Pero no tiene Whatsapp? En qué mundo vives! Para qué usas el móvil entonces? ¿Pero si está todo el mundo?
… y otras cosas que hay que aguantar. No he tenido Whatsapp y no lo quiero. No quiero estar localizable en todo momento, ni siquiera por mis contactos.
Y esa es otra, desde los comienzos de los rudimentarios teléfonos, ya estar localizable era una cualidad del ser humano. Antes te llamaban al teléfono de casa y podías no contestar. O alguien contestaba y decías que no estabas, ahí se quedaba todo.
Ahora te sueltan eso de: “Te he llamado, donde estabas?” Y me tengo que morder la lengua para no contestar en la mayoría de los casos: Cagando en el río! 🙂
Esas redes de la inmediatez del ya mismo, del corriendo, del ahora, llenas de contenido inodoro, incoloro e insípido.
No despotrico, no digo que yo soy “cool”, no miro por encima del hombro ni me creo con la verdad absoluta. Suelo tener un criterio poco acertado y este podría ser otro ejemplo de ello…
No digo que no sean en según qué casos muy útiles. Digo que hemos llegado a un paroxismo del que yo como espectador me sonrio al verlo. Quizás se ha distorsionado todo, y hemos escogido la pastilla equivocada.
Creo que el efecto red es muy fuerte, que una gran mayoría hace que eso sea lo normal, y no pertenecer a un grupo siempre es algo mal visto y en según qué casos muy difícil… Pero bueno, siempre podemos pensar que pertenecemos al grupo de los que no pertenecen a ese grupo!
Si has leido hasta aquí, quizás quieras compartir tu comentario, siempre marcado por el respeto a las diferencias, en la sección de comentarios…
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